TIEMPO DURANTE EL AÑO
VIGESIMOTERCERA SEMANA
JUEVES
Año par
Hiriendo la conciencia del que es débil, ustedes pecan contra Cristo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 8, 1.4b-13
Hermanos:
Con respecto a la carne sacrificada a los ídolos, todos tenemos el
conocimiento debido, ya lo sabemos, pero el conocimiento llena de orgullo, mientras
que el amor edifica.
Sabemos bien que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más
que un solo Dios. Es verdad que algunos son considerados dioses, sea en el cielo o
en la tierra: de hecho, hay una cantidad de dioses y una cantidad de señores. Pero
para nosotros, no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y a quien
nosotros estamos destinados, y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y por
quien nosotros existimos.
Sin embargo, no todos tienen este conocimiento. Algunos, habituados hasta
hace poco a la idolatría, comen la carne sacrificada a los ídolos como si fuera sagrada,
y su conciencia, que es débil, queda manchada. Ciertamente, no es un alimento lo que nos
acerca a Dios: ni por dejar de comer somos menos, ni por comer somos más. Pero tengan
cuidado de que el uso de esta libertad no sea ocasión de caída para el débil.
Si alguien te ve a ti, que sabes cómo se debe obrar, sentado a la mesa en
un templo pagano, ¿no se sentirá autorizado, a causa de la debilidad de su conciencia,
a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos? Y así, tú, que tienes el debido
conocimiento, haces perecer al débil, ¡ese hermano por el que murió Cristo!
Pecando de esa manera contra sus hermanos e hiriendo su conciencia, que es
débil, ustedes pecan contra Cristo. Por lo tanto, si un alimento es ocasión de caída
para mi hermano, nunca probaré carne, a fin de evitar su caída.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 138, 1-3. 13-14b. 23-24
R. ¡Llévame por el camino eterno, Señor!.
Señor, tú me sondeas y me conoces
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares. R.
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! R.
Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno. R.
ALELUIA 1Jn 4, 12
Aleluia.
Si nos amamos los unos a los otros,
Dios permanece en nosotros
y el amor de Dios ha llegado
a su plenitud en nosotros.
Aleluia.
EVANGELIO
Sean misericordiosos,
como el padre de ustedes es misericordioso
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Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 27-38